Reflexión final

 


El uso de inteligencia artificial en el desarrollo de mi proyecto sobre diseño editorial y maquetación fue una herramienta útil que complementó mis habilidades, agilizó procesos y enriqueció la presentación del contenido. Sin embargo, también evidenció la necesidad de una supervisión constante para evitar errores y mantener la integridad académica del trabajo. Comprendí que la IA no sustituye la reflexión ni la creatividad humana, sino que debe integrarse de forma responsable y crítica. Utilizarla éticamente implica reconocer sus aportes, pero también sus límites. En el entorno académico actual, donde la tecnología ocupa un papel cada vez más relevante, es indispensable formar criterios sólidos para aprovecharla sin perder el compromiso con el aprendizaje auténtico.

Comentarios

Entradas populares